Los estudios realizados en diferentes países, tanto en Europa como en Estados Unidos, Australia y Canadá, demuestran que los programas de promoción de la salud en el trabajo reducen los costes directos asociados a la asistencia sanitaria, pero también al absentismo por enfermedad, a la rotación de personal y a la siniestralidad laboral. Esta evidencia, cada vez más sólida, no debería ser pasada por alto por las empresas, sobre todo si quieren ser sostenibles y competitivas.
La mejora de la salud de los trabajadores no tiene por qué ser gravosa para los empresarios y los beneficios son múltiples tanto para las empresas como para los trabajadores. La promoción de la salud en el trabajo:
Ayudará a la empresa a conseguir sus objetivos.
Mejorará la salud y el bienestar de los trabajadores.
Conseguirá unas condiciones de trabajo más seguras y saludables.
En la puesta en marcha y ejecución de un programa de promoción de la salud en el trabajo (PST) es imprescindible la participación de todos, tal y como se apunta en la Declaración de Luxemburgo. Esto requiere el compromiso de trabajadores y de sus representantes, de la Dirección y de los mandos intermedios.
En este apartado le sugerimos:
Una metodología en cuatro etapas basada en el modelo “PDCA” (Plan, Do, Check, Act) para la planificación de las intervenciones en la empresa.
La campaña «Gana en salud: 12 temas, 12 meses» para la sensibilizar a los trabajadores sobre estos temas.
Una “Caja de herramientas europea” con experiencias y modelos de buenas prácticas que pueden servirle de ejemplo para diseñar su programa.